Wednesday, January 07, 2009

En el cálido norte del Perú...

Mucho se conoce sobre el desarrollo de las ciudades norteñas peruanas. Al salir desde Lima uno va encontrando sucesivamente ciudades muy grandes como Chimbote, Trujillo, Chiclayo, Piura hasta llegar a Tumbes. Es también conocido el abundante pasado histórico de estas ciudades desde la época de los primeros habitantes de nuestro territorio.
Hace poco aprendí un poco más de estas ciudades con una visita que me permitió ver con calma el estado actual de las ciudades y el estado de la conservación de su patrimonio histórico.
La ciudad de Trujillo se muestra en un constante crecimiento comercial, la agroindustria mantiene su movimiento (este año se verá cuánto la puede afectar la desaceleración económica mundial), pero muestra una cara positiva al visitante. Ahí, el complejo arqueológico de Chan Chan da idea de la grandeza del imperio Chimú cuando alcanzó su esplendor en la zona. Aunque muchos edificios y restos preciosos se han perdido por las lluvias durante los fenómenos del Niño, la idea de lo que fue esta ciudad de barro en la antiguedad impresiona a cualquiera. También en Trujillo, las huacas del Sol y la Luna son impresionantes. El estado de conservación de las pinturas sobre sus muros puede dejarlo a uno con la boca abierta de admiración; aunque es una pena que las instituciones encargadas no puedan poner en valor todos los complejos arqueológicos de la zona (incluso uno tan importante como la Huaca del Sol no ha sido aún intervenido por los arqueólogos); esperemos que la seguridad no permita que los destructores del patrimonio la destruyan antes de su investigación.
La región Lambayeque tiene un lugar muy especial en el aspecto histórico del Peru; es sin duda la zona que guarda la mayor cantidad de restos arqueológicos visibles (muchos continuan siendo saqueados por las mafias organziadas), pero su belleza y la historia que aguardan animan a mantener la esperanza de que el patrimonio aun existente pueda salvarse. Los edificios de adobe que aún continuan levantados ahí son un huella de las civilizaciones extraodinarias que la habitaron, y tesoros salvados como el del señor de Sipán muestran obras de precioso detalle que sólo reafirman el gran desarrollo que los peruanos alcanzaron antes de la llegada de los españoles en el s.XVI.
La ciudad de Chiclayo, capital de esta región hierve de tanto movimiento (y del calor ambiental proipio de su ubicación tan al norte), ahí la industria azucarera prosigue su crecimiento (Pomalca) y en general la actividad que se observa en sus calles y zona industrial animan mucho a cualquier peruano.
Considero que luego del Cusco, Chiclayo posee el mayor atractivo para quienes gustamos de observar y conocer el pasado histórico de las civilizaciones de antiguos peruanos. El museo Tumbas Reales es espectacular y posee completa información para conocer un pedazo de la cultura Mochica, y si uno es atento, podrá conocer que los descubrimientos de los últimos años reescriben actualmente la historia de nuestro país con culturas poco mencionadas antes como la Cupisnique o Lambayeque (o Sicán).

En fin, nuestra historia tiene aún mucho por contar y desenterrar. No se pierdan una visita a estos lugares, sin duda quedarán tan enamorados del Perú como lo he estado siempre yo.

¡¡Un buen año 2009 para todos, y que nuevos caminos se abran ante ustedes!!

1 comment:

Anonymous said...
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